Con la construcción de este nuevo edificio anexo a la Catedral, se dota al templo de un nuevo espacio independiente del edificio catedralicio original, donde albergar y centralizar todas las acometidas de las remozadas instalaciones del edificio, creando así unos nuevos locales para alojamiento de sala de calderas de calefacción, cuarto para transformación de la energía eléctrica de media a baja tensión y centro de transformación. Así mismo se crean también en este nuevo edificio unos aseos para el uso del público o visitantes de la Catedral.
El nuevo edificio cuenta con una única planta al nivel de calle, aunque parcialmente se ha construido el sótano que sirve para alojar el transformador de la corriente eléctrica y que conecta con la zona del edificio de instalaciones construido en una fase anterior bajo rasante, donde se alojan los cuadros eléctricos desde los cuales se derivan las distintas líneas o circuitos de electricidad que abastecen el interior de la Catedral.
La estructura de este nuevo edificio es construida mediante cimentación por zanjas corridas con mampostería careada a una cara, y muros de carga también de mampostería de piedra arenisca dorada urbión esta vez careada a dos caras.
Los muros de carga que sirven de base de las fachadas exteriores, son revestidos mediante un aplacado de 15 cm de espesor de sillería de piedra caliza negro Markina. Las caras de estos nuevos muros que dan al interior del edificio son revestidos mediante revocos de cal aérea en los cuartos de instalaciones o bien mediante alicatado con baldosines cerámicos vitrificados en los cuartos de aseos.
El forjado superior del nuevo edificio, que sirve de terraza visitable se resuelve mediante una losa continua de hormigón armado apoyada en los nuevos muros de carga de mampostería, sin apoyar las nuevas cargas en los muros originales de la fachada norte de la Catedral. Este nuevo forjado o terraza queda el mismo nivel del piso interior de la Catedral.
La impermeabilización de este forjado o terraza se resuelve mediante láminas asfálticas adheridas al soporte o forjado y se protege dicha impermeabilización mediante una capa de 4 cm de asfalto fundido in sitú.
Para salvar el desnivel existente desde la cota de la calle al nivel del piso de la Catedral a la cual se pretende dar acceso con esta actuación a través del hueco de paso existente en la fachada norte y a la nueva terraza visitable del nuevo edificio, se crea una escalera maciza de cantería de piedra caliza negro Markina junto a la Torre del ascensor (pero independiente a esta), desembarcando con esta nueva escalera en una nueva plataforma al nivel ya del piso de la Catedral resolviendo esta plataforma mediante una bóveda plana adintelada apoyada parcialmente esta vez si en la Torre del ascensor (creada en una fase anterior por nuestros operarios) y en unas nuevas columnas macizas igualmente de cantería negro markina en la zonas de acceso a los nuevos aseos creados en este edificio.
Esta nueva escalera de piedra presenta un trazado curvo, tanto en su cara interior como en la exterior. Estructuralmente podemos decir que esta escalera funciona también como un arco apoyado únicamente en dos puntos, en su apoyo inferior contra el suelo y su apoyo superior sobre la nueva bóveda adintelada o plataforma de acceso a la Catedral. Este arco que forma la escalera este formado por dóvelas independiente que son los propios peldaños de la escalera, formando cada dos peldaños una dóvela, descansando cada una de ellas en la inmediata inferior.
De esta forma la cara inferior de la escalera o el intradós del arco forma una superficie reglada o plano alabeado. Siendo el trasdós del arco los peldaños, huellas y tabicas de la escalera.
El proceso de construcción tanto de la bóveda plana de piedra o plataforma de acceso a la Catedral, así como la escalera también de cantería, comienza con un minucioso replanteo y toma de datos de la posición exacta de nuevo edificio creado, respecto de la Catedral y la Torre del ascensor ya existentes, para posteriormente rediseñar cada una de las piezas de cantería que forman la plataforma o bóveda y la escalera y que posteriormente son cortadas o mulduradas en taller de cantería mediante máquinas de control numérico, y finaliza con un preciso montaje y ajuste en obra de cada una de las piezas de cantería previamente elaboradas en taller.
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